Historia de una canción

La historia de una canción: Eloise – Barry Ryan (1968)

Volvemos a la carga con nuestras historias de grandes éxitos del pop y el rock internacional, recordando esta vez una de las canciones más potentes y emblemáticas que ha dado la música anglosajona. Viajamos a 1968 para escuchar Eloise, la impresionante canción de Barry Ryan, creada por su hermano gemelo, Paul Ryan, y que vendió más de cuatro millones de copias.

Aquel año de 1968, los hermanos Ryan ya habían abandonado su proyecto musical juntos, «Paul and Barry Ryan», un dúo promovido por Frank Sinatra, que obtuvo algunos pocos éxitos propios y ajenos. Entre ellos, la versión de The Hollies «Have you ever loved somebody» o la que les hizo más conocidos, «Don’t bring me your heartaches»


Se da la circunstancia de que estos dos hermanos ya traían la música «de serie». Eran hijos de la cantante británica de los años 50 Marion Ryan, conocida por su versión de «Love me forever» (una canción que en España es recordada con el título de «Quiéreme siempre», y que en suelo patrio escuchamos en las voces de Los Cinco Latinos y más tarde, en la interpretación de Paloma San Basilio). Paul y Barry, por tanto, estaban más que acostumbrados al ambiente musical. Pese a ello, Paul decidió hacer una retirada a tiempo, sabedor de que no encajaba en la caótica vida de la fama y el artisteo, y se dedicó a componer, dejando el camino libre para que Barry comenzase su carrera en solitario. Fruto de aquella etapa es «Eloise» y lo son también algunas canciones que después interpretó Frank Sinatra.

Exagerada, barroca, excesiva y brillante. Así la creó y así es «Eloise». Una canción que crece a medida que transcurren sus más de cinco minutos de duración, no solo por su imponente orquestación, producida por Bill Landis, y en la que se incluyen partes instrumentales a intervalos de muy distinta intensidad. También por los coros que enfatizan aún más el resultado final, y muy especialmente, por la manera histriónica en que Barry Ryan la interpreta. Un tema sin duda complicado de cantar, plagado de agudos, y que defendió de manera apasionada y efectiva Tino Casal incluyéndola en «Lágrimas de Cocodrilo», su disco de 1987. «Eloise» es en España el tema estrella de Casal, y fuera de nuestras fronteras, el gran éxito de Ryan.

Pocos saben sin embargo que «Eloise» no fue la única canción de Ryan versionada por Tino Casal. Muchos años antes, cuando el asturiano militaba en el conjunto Los Archiduques, los dos artistas tuvieron su primer punto de confluencia en el tema «I love how you love me» (original de Barry Mann). Existen decenas de versiones de esta canción, pero apenas un par de ellas con arreglos de gaitas, y una de ellas es precisamente la de los hermanos Ryan siendo la otra la de Nino Tempo y April Stevens. La canción de Los Archiduques, titulada «Lamento de Gaitas», está cantada por un jovencísimo Tino Casal y es prácticamente idéntica a la de Barry y Paul.

Este mes se cumplen precisamente 24 años de la desaparición de Tino Casal. Puedes ver el vídeo de esta canción, rodado en 1969 en Santa María del Naranco (Oviedo) a continuación:

Escucha Eloise esta noche en Déjate Inspirar (Capital Radio)

La historia de una canción: 50 aniversario de Yesterday (The Beatles)

Los informativos se han hecho eco esta semana de un aniversario musical, el de los 50 años de Yesterday. Para conmemorar el medio siglo de vida de una de las más conocidas composiciones de los Beatles, contamos hoy su historia a través de un buen puñado de curiosidades. Yesterday, grabada en Abbey Road los días 14 y 17 de junio de 1965, quedó concluida en apenas dos tomas, y mezclada a continuación entre el 17 y 18 de junio de aquél año. Beatles-singles-yesterdayLa letra original de la canción, escrita por McCartney, se encuentra expuesta en la British Library de Londres, y es tan concisa como la propia canción, cuya duración es de apenas 2 minutos.

Parece ser que la melodía surgió fruto de un sueño de McCartney, que corrió a escribirla nada más despertar, temiendo olvidarla y preocupado por la posibilidad de haber soñado una canción ya existente. Por si acaso, mostró los acordes a sus compañeros y afortunadamente ninguno la había escuchado antes. Una vez tranquilo y seguro en su autoría empezó a dotarla de letra. Y comenzó colocando unas estrofas que no tenían absolutamente nada que ver con la composición final. Quedó como sigue:

 «Scrambled eggs

Oh my baby how I love your legs»

O lo que es lo mismo: «huevos revueltos, oh nena cómo me gustan tus piernas». Y así se quedó durante semanas. Los Beatles estaban rodando por entonces la película «Help!» y hasta que ésta no finalizó, Paul no pudo concluir la melodía. Le daba vueltas entre rodaje y rodaje pero no quedó finalizada hasta que ya en periodo de descanso, durante un viaje a Portugal, dio con el título y la letra definitivos. Después de alumbrarla, la banda no quiso o no supo arreglarla y George Martin, el productor, tuvo una idea innovadora para la época: grabarla con apenas una guitarra y un leve acompañamiento de cuerdas. Voz y guitarra el 14 de junio, y la sección de cuerdas, el 17 de aquél mes. Es por ello que esta semana se cumplen las cinco décadas de una canción que ha entrado en el libro Guinness por la ingente cantidad de versiones que tiene (más de 1.600), que es el tema británico más pinchado en la historia de la radiodifusión norteamericana (y uno de los más radiados del mundo), que alcanzó el número 1 en Estados Unidos, que durante el siglo XX se interpretó más de siete millones de veces, y que a pesar de todo, no tuvo un estreno oficial destacado en Gran Bretaña porque Los Beatles creían que iba a terminar con su imagen rockera y contundente.

Aquí puedes verla interpretada en directo por la banda en Alemania:

Escúchala esta noche en Déjate Inspirar (Capital Radio)

La historia de una canción: Wind of change – Scorpions (1991) – Filarmónica de Berlín (2000)

Esta noche escuchamos una majestuosa versión del éxito de The Scorpions «Wind of change». Interpretada junto a la Filarmónica de Berlín, la versión que recordamos recrea la original que vio la luz en 1991. «Wind of change» se convirtió no solo en un símbolo de la reunificación alemana y del final de la Guerra Fría sino también en el más importante de los éxitos de esta banda de heavy metal y hard rock que precisamente este año 2015 celebra el medio siglo de historia musical.

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Escrita por Klaus Meine, superó el éxito anterior de la banda, la también conocidísima «Still loving you», alcanzando en años sucesivos los más de 14 millones de copias vendidas. Meine, vocalista de la banda, escribió esta canción en el verano previo a la caída del Muro de Berlín (1989) tras una visita el año anterior a Moscú en la que el grupo obtuvo una positiva repercusión pese a su origen y a las circunstancias históricas imperantes en aquél momento. Como medida aperturista y dado el éxito, la ex Unión Soviética convocó en agosto del 89 el Moscow Music Peace Festival, con la participación entre otros de Bon Jovi, Mötley Crüe u Ozzy Osbourne. El éxito se repitió. La joven generación llamada a protagonizar el cambio se volcó con el acontecimiento y para entonces, ese «viento de cambio» del que habla la canción era ya una realidad. Apenas dos meses antes de la caída del muro «Wind of change» empezó a sonar en todas las emisoras europeas. Fue en cierto modo la banda sonora de este episodio de la Historia.

En 2000 los Scorpions lanzaron una ambiciosa producción sinfónica titulada «Berliner Philarmoniker. Moment of Glory» grabada en Viena junto a la Orquesta Filarmónica de Berlín en la que incluyeron la versión que escuchamos hoy. Con motivo de la Expo 2000 celebrada en Hannover, ciudad natal del grupo, Scorpions interpretaron esta y otras grandes baladas de las cuales también queda constancia en una edición especial en DVD titulada «Moment of Glory Live».

Aquí tienes una muestra de ello:

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Demis Roussos: la voz cálida de la música griega (We shall dance, 1971)

Demis Roussos murió a los 68 años en Atenas, en la madrugada del sábado 24 de enero de 2015. Su familia pospuso el anuncio de su fallecimiento para evitar hacerla coincidir con la jornada electoral en Grecia, país natal del artista. Su hija Emily fue la encargada de comunicar la noticia al periódico Le Figaro, lo que provocó desde el primer momento la aparición de miles de condolencias en redes sociales debido a la popularidad internacional del artista.

Artemios Venturis Demis Roussos, nacido en Alejandría, Egipto, en 1946, ha construido una extensa carrera cimentada en la música melódica. Con su particular voz, aguda, aterciopelada y vibrante, comenzó a hacer pinitos en la música cuando contaba con apenas 17 años, primero en el grupo The Idols, posteriormente en We Five, y después, ya como trampolín de su carrera, en el conjunto Aphrodite’s Child, donde además de poner voz a las canciones, tocaba el bajo. En ese grupo también militó Vangelis, genio del New Age que tiempo después reclamó a Roussos para participar en la banda sonora de la mítica película Blade Runner. Hasta 2009, año de publicación de su último disco, logró superar la cifra de los 60 millones de LPs vendidos con su mezcla de pop ligero y folklore griego.

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En España irrumpió con fuerza a comienzos de los 80 con la edición en castellano de varios de sus éxitos. En todo el mundo, consiguió popularizar decenas de canciones como «Goodbye my love, goodbye» o «Forever and ever». Quizá la más conocida de todas fue «Velvet Mornings», con ese pegadizo estribillo (triki triki mon amour) objeto también de innumerables parodias. Y es que su propia imagen se prestaba a ello. Sus túnicas de colores y su melena, su manera de salir al escenario caracterizado de él mismo, serán siempre recordadas.

Esta noche en Déjate Inspirar, escuchamos su primera canción en solitario, publicada en el año 1971, y que lleva por título «We shall dance» (Deberíamos bailar)

 

También puedes escuchar una versión instrumental del tema, grabada por Fausto Papetti:

La historia de una canción: If you leave me now (Chicago, 1976)

Peter Cetera, vocalista, bajista y productor, compuso en 1976 una de las canciones que recordamos esta noche: If you leave me now. Se trata de la canción más conocida de la banda Chicago (ciudad por cierto de la que es oriundo Cetera) junto a Hard to say I’m sorry y también una de las más premiadas de su repertorio.

Consiguió dos premios Grammy, uno al mejor arreglo instrumental con acompañamiento vocal, y otro, a la mejor interpretación pop. Actualmente, existen más de cien covers o versiones de una canción cuya letra es una súplica del cantante para que su pareja no termine con la relación.

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Chicago, que en sus primeros momentos se llamó Chicago Transit Authority es uno de los estandartes de las llamadas Big Bands de rock que aún sigue en activo, y cuentan con una extensa discografía de títulos fáciles de recordar. Todos sus discos se titulan de igual forma, «Chicago», con el añadido de su ordinal correspondiente. If you leave me now fue incluida en su décimo álbum: «Chicago X».

If you leave me now ha aparecido en numerosas películas, series, e incluso en un videojuego, y fue la primera canción de este grupo en conseguir un número 1 en las listas.

Escúchala esta noche en Déjate Inspirar (Capital Radio)

 

 

La historia de una canción: For what it’s worth – Buffalo Springfield (1967)

Buffalo Springfield hacían country y folk. Pero también rock. Y son recordados fundamentalmente por esta canción, «For what it’s worth», y por haber sido la formación en la que calentaron motores auténticos totems de la música posterior como Neil Young.

Comenzaron en la primavera de 1966 y apenas permanecieron juntos, entre no pocas polémicas por el liderazgo y la lucha de egos, hasta un par de años más tarde. Fue tiempo suficiente para pasar a la historia de la música contemporánea. Se llamaron así sin sesudas reflexiones, tomando el nombre de una apisonadora rotulada con la expresión «Buffalo Springfield». Mientras definían la que sería su formación final, tocaban en una sala de Los Ángeles, donde fueron descubiertos por los productores de Sonny y Cher. Después llegaría su primer contrato serio con una discográfica y, en total, tres discos. A saber: «Buffalo Springfield» de 1966, «Buffalo Springfield Again» de 1967, y «Last time around», que sería su último disco, de 1968. Después llegarían, paulatinamente, formaciones de mayor calado como Crosby, Stills, Nash and Young (formado por componentes de bandas como The Hollies o The Byrds).

El éxito de la canción que oimos esta noche en Déjate Inspirar no tarda en llegar. Sucede en octubre de 1966 y pronto se alza en canción protesta. Su cadencia es templada pero su temática , aunque simple, es grave: la letra está inspirada en los acontecimientos violentos ocurridos tras una manifestación en Los Ángeles, disuelta por la policía. El ambiente pacifista de la época y el rechazo a la Guerra de Vietnam hicieron el resto.

Escúchala esta noche en Déjate Inspirar (Capital Radio)

La historia de una canción: Amore grande, amore libero (Il guardiano del faro, 1975)

Il guardiano del faro es el seudónimo de Federico Monti Arduini, conocido también como Arfemo (acróstico formado por su nombre y apellidos que emplea en su faceta de compositor para otros intérpretes) Nacido en Milán en 1940, dedica su vida a la producción musical y a su labor como intérprete.

Monti compuso y grabó la canción instrumental que presentamos esta noche, y que fue la que más repercusión tuvo en España de todo su repertorio: «Amore grande, amore libero», que es también la banda sonora de la película del mismo nombre dirigida en 1975 por Luigi Perelli y estrenada en abril del año siguiente.

Aunque debutó a comienzos de los años 60, fueron los 70 y 80 sus décadas álgidas. Bajo el seudónimo de Il guardiano del faro, inauguró una etapa protagonizada por la utilización del sintetizador Moog, un artilugio electrónico muy en boga aquellos años, del que ya hemos hablado anteriormente en Déjate Inspirar.

Hay un buen puñado de versiones de esta balada melódica e instrumental, y las hay para todos los gustos. Desde la orquestal y elegante (aunque menos onírica que la original) de Paul Mauriat, pasando por la de Johnny Sax, la del desaparecido cantante español Jacobo, o la de Alex Silvanni:

Mención aparte merece la versión de Gigi D’Agostino, pasada por un tamiz techno facilón que la desprovee de su encanto y la convierte en un simple «temazo»

Escúchala esta noche en Déjate Inspirar (Capital Radio)

 

 

La historia de una canción: Oh Lord, why Lord (Pop Tops, 1968)

Esta noche escuchamos en la Historia de una canción el primer éxito internacional que tuvieron los Pop Tops en su carrera. El grupo, formado en Madrid en 1967 con Phil Trim a la cabeza, utilizó la base del famoso Canon de Johann Pachelbel para componer una de sus canciones más recordadas. Un tema que alcanzó la parte alta de la lista de ventas en España y que se vendió con similar éxito en veinte países más.

«Oh Lord, why Lord» es la mezcla perfecta entre el gospel y el pop barroco, ese que tanto nos gusta escuchar en Déjate Inspirar. Una de sus primeras incursiones en este sonido fue la versión en castellano que interpretaron en 1967 de «A whiter shade of pale» (Con su blanca palidez) El argumento de esta canción critica el racismo y hace un alegato constructivo a favor de la igualdad independientemente del color de la piel.

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La cara B de este single fue una versión de Beyond the sea (el clásico que popularizó Charles Trénet bajo el título La Mer, que también puedes oir en nuestro programa) aunque Oh Lord, why Lord volvió a ser grabada en 1971, como acompañamiento de «Mamy Blue«, otra de sus canciones de cabecera. En su formación inicial participaron el propio Phil Trim, nacido en Trinidad y Tobago, junto a José Lipiani, Alberto Vega, Ignacio Pérez, Julián Luis Angulo, Enrique Gómez y Ray Gómez. Alfonso Arteseros, conocido actualmente por su labor como documentalista, también formó parte de Pop Tops en una de las etapas del grupo.

La canción forma parte de alguna que otra banda sonora, utilizada como referente de nostalgia y tiempo pasado. La película de José Luis Garci «Volver a empezar» (1981) incluye una versión prácticamente completa de la canción en una de las secuencias finales del regreso del protagonista a California, y la serie «Cuéntame Cómo Pasó» la utiliza en la conclusión de su segundo episodio (2001), el que se recuerda la primera comunión de Carlos Alcántara.

Interesante artículo, por cierto, el que publicó en El País Diego Manrique hace ahora un par de años sobre la última ocupación de un mito de la música de este país, Phil Trim, que en aquél momento trabajaba como conserje en un centro comercial de La Moraleja, en Madrid.

Escucha «Oh Lord, why Lord» esta noche en Déjate Inspirar (Capital Radio)

 

La historia de una canción: «Aquella canción de Roxy» (La Mode, 1982)

Esta noche en Déjate Inspirar recordamos la historia del grupo La Mode a través de una de las canciones que más suenan en nuestro programa: «Aquella canción de Roxy».

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La Mode agrupó a Mario Gil, Antonio Zancajo y Fernando Márquez. Éste último, «El Zurdo», ya tenía en ese momento historial suficiente como para llenar media enciclopedia de la Movida. Antes de ser vocalista del grupo, pasó por Paraíso (creadores de «Para tí») y por Kaka de Luxe. Era la época del Rock-Ola, un auténtico mito entre las salas de Madrid, templo de la Movida Madrileña situado en el número 5 de la calle Padre Xifré, donde actuaron ocasionalmente hasta su debut. La Mode se presentó oficialmente en sociedad a finales de 1981 en la Escuela de Caminos de Madrid.

Tras la publicación de su primer EP, lanzan «El Eterno Femenino» en 1982, uno de los mejores discos de la época, donde ya estaban incluidas la canción que recordamos hoy, junto a «Enfermera de noche» y otro de sus estandartes: «Las chicas de la Inter», que homenajeaba a las locutoras de Radio Intercontinental (una de cuyas integrantes -lo que es la vida- era la mediática Ana Rosa Quintana). Antes de su disolución en 1986, publicaron su último disco, «La Evolución de las costumbres», y entre otras hazañas, compusieron la sintonía del espacio de Televisión Española «Caja de Ritmos», presentado por Carlos Tena, y en el que Las Vulpess soliviantaron al país entero con su «Me gusta ser una zorra» en abril del 83.

«Aquella canción de Roxy», además de su literal alusión al grupo de Bryan Ferry, bebe de la inspiración de unos tempranos Roxy Music. Su sonido es 100% electropop, puros años ochenta condensados en casi seis minutos de canción y hoy, aunque no ha envejecido demasiado bien, sigue siendo un placer escuchar la historia de aquél  amor fugaz que según la letra «fue lo que fue». Tan fugaz como una madrugada de amor intenso en un coche.

Antonio Zancajo tiene una canal en Youtube donde ha publicado entre otras delicias de La Mode, este vídeo que muestra la última vez que la formación original interpretó en directo «Aquella canción de Roxy»:

Escúchala esta noche en Déjate Inspirar.

 

 

La historia de una canción: 98.6 (Keith, 1966)

98.6 son los grados Fahrenheit aproximados de un cuerpo humano sano. 98.6 es también el título de una novela. 98.6 puede ser por supuesto una frecuencia de radio. Y esta noche en Déjate Inspirar, 98.6 es el título de la canción cuya historia te contamos ahora.

Anthony Powers escribió la letra y George Fischoff compuso la música de una canción que popularizó Keith, el cantante estadounidense, a quien escuchamos esta noche. Keith debutó precisamente con esta canción en Mercury Records, contando una historia sencilla y alegre, rayana en lo fisiológico, la de una persona que siente cómo todos a su alrededor sonríen y cómo el sol calienta (y en cierto modo le hace recuperar su «temperatura») cuando ella aparece en su vida. Los coros fueron interpretados por el grupo vocal The Tokens.

98.6 vendió un millón de copias en todo el mundo, y supuso un éxito no del todo inesperado para Barry James Keefer (nombre completo de Keith). El cantante contaba en una entrevista hace no muchos años que sí esperaba triunfar con esta canción, a pesar de lo estrambótico que le resultó haber grabado una canción relativa a la temperatura del cuerpo. Dicen las buenas (o fantasiosas) lenguas que John Lennon estaba encantado con esta canción, y así se lo hizo saber a Keith.

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La canción tuvo varias versiones, entre ellas la de The Bystanders, editada prácticamente a la vez, y que rivalizaba con la original en las listas y la versión de Lesley Gore, respectivamente. En castellano, el mexicano Enrique Guzmán interpretó una versión posterior a la de Los Ángeles, con traducción diferente a la de los granadinos. El grupo de Poncho González, Los Ángeles, interpretó la canción con su inigualable capacidad para las armonías vocales a finales de los sesenta. Éste fue el primer gran éxito para una banda de la que hemos hablado en el programa en otras ocasiones, y cuyo repertorio de su primera etapa se basaba, fundamentalmente, en versiones de canciones anglosajonas, llegando al punto de eclipsar las foráneas en territorio nacional. Pegadiza y bien arreglada, mejoró notablemente la original de Keith.

Escúchala esta noche en Déjate Inspirar.